Pasado y olvido

Longa Noite (2019) de Eloy Enciso


Mar 20, 2020

TAMAÑO DE LETRA:

Los relatos de la guerra se conocen por los vencedores, solo a veces se puede conocer la historia de los vencidos. La guerra es una cuestión de extremos, en ese sentido, la historia de los conflictos bélicos es arbitraria, no hay espacio en ella para los olvidados, para los que la guerra no significó cambio alguno, quienes no entraron en las categorías de héroe o villano.

Longa Noite (2019), tercer largometraje de Eloy Enciso (Pic-nic [2007] y Arraianos [2012]), reflexiona sobre ese extraño fenómeno. Muestra, a través de textos de autores como Max Aub o cartas de exiliados y presos políticos, cómo los fantasmas de la guerra civil y de treinta años de franquismo afectan la vida de los habitantes de Galicia. Su personaje principal, Anxo, vuelve a su ciudad natal y a través de sus ojos se observan los rostros de los desposeídos en una tierra que parece haber quedado en el olvido.

La primera escena centra su atención en dos mendigos, una mujer y un hombre. Ambos se lamentan por su situación actual, ella comparte pedazos de un pan duro, él cuenta las pocas monedas que le han dejado. Lo especial de esa escena no reside en su ejecución dramática, sino, en sintonía con el distanciamiento de Bertolt Brecht, se divide la acción entre lo narrado y lo visible, entre el texto y su interpretación.

El texto, que en esa escena pertenece casi en su mayoría a Guillermo Tell tiene los ojos tristes, de Alfonso Sastre, es interpretado como si fuera leído, hace distinguible esa frontera entre la voluntad de ficción y la realidad. Sin embargo, a ese distanciamiento no se le puede ver en su totalidad como una referencia al teatro épico o dialéctico brechtiano, pues, en su lugar, Enciso alude más a una mimetización entre lo que revela el físico de los actores (semiprofesionales originarios de la región) y el poder de su oralidad.

¿Cómo se relaciona lo literario con lo vivencial? A lo largo de la cinta esta pregunta aparece como solución. El artificio se demuestra como una perfecta disección de los problemas aún irresolutos después de la guerra, mediante la combinación de relatos literarios con el infortunio local. En un momento, una señora se acerca a Anxo y le cuenta que la guerra solo le ha traído desgracias como la muerte de su marido, a la par que manifiesta su inconformidad ante la burocratización posconflicto.

En ese sentido, Longa Noite se asemeja a Operai, contadini (2001) e Il ritorno del figlio prodigo- Umiliati (2003) de Jean-Marie Straub y Danielle Huillet, pues en ambas cintas se usa la propia identidad de los actores, que en su mayoría eran obreros y campesinos miembros del club de Teatro Regional Buti, para que, a través de fragmentos de novelas de Elio Vittorino, se pongan en evidencia los problemas sociopolíticos de la comunidad. Sin embargo, lo que en Straub-Huillet es más una posición política, en Eloy Enciso es una confrontación entre el pasado y el presente, una revisión de aquello que se ha pretendido olvidar. Todo rostro filmado es un rostro que desafía al olvido.

Tres son los episodios en los que se divide Longa Noite. En el último, el viaje de Anxo ha cambiado completamente y la estética de la película también lo hace. Se olvidan los decorados interiores y los retratos para valerse de la inmensidad de la naturaleza: el protagonista se sumerge en un bosque, la fotografía de Mauro Herce, en un perfecto balance entre luz y oscuridad, le da una cierta tonalidad onírica a cada espacio filmado.

A partir de ese momento, no solo la plástica de la película cambia, también todo lo cinematográfico. Es la primera ocasión en la que se usa una voz en off mediante la que se enuncia la correspondencia de Miguel Ponte García, un empleado ferroviario condenado a muerte por sus ideas contra el régimen. El prisionero expresa su deseo de ser indultado de la pena de muerte mientras Anxo naufraga en la noche sin encontrar destino alguno. En un momento de la secuencia, la carta dice: «un prisionero es un ser vivo muerto… hay momentos en los que es imposible conciliar el sueño»; la ausencia de un destino también se presenta como un tipo de muerte.

Un simple cambio estilístico significa un cambio de fondo, pues la voz en off proviene por primera vez de una temporalidad pasada, un recuerdo que actúa en el presente. Ya no se lleva el pasado al presente, sino el presente al pasado. En una entrevista para el Festival de Locarno, Enciso dijo que «la naturaleza es pasado, presente y futuro al mismo tiempo, y esa es la tesis de la película»[1]. ¿Cómo se relaciona el pasado de un pueblo con su presente? Longa Noite se presenta como un juego entre temporalidades que disecciona los problemas pasados a través del presente y viceversa. Un filme que busca desentrañar el franquismo no desde una dimensión política, sino dando voz a quienes se ha pretendido olvidar.

TAMAÑO DE LETRA:

 

  • Clementina
  • El poder del perro
  • Adios al lenguaje-2

FUENTES:
[1] Daniela Persico entrevista a Eloy Enciso, 30 year of nighten Locarno Interntional Film Festival, 2019. Fecha de revisión: 30-01-2020.