Editorial


Nov 2, 2020

TAMAÑO DE LETRA:

Con el sustento del Centro Cultural de España en México, nuestros editores Eduardo Cruz y Rodrigo Garay Ysita convocaron y seleccionaron a un grupo muy diverso de cinéfilos y cinéfilas de todo el país (más un par de colegas latinoamericanos) en un espacio al que denominaron «seminario de crítica de cine». Del 3 de agosto al 28 de septiembre de este año, se reunieron virtualmente con el seminario dos veces a la semana para discutir lecturas, practicar la redacción de epístolas y descripciones, y analizar algunas de sus películas favoritas.

El objetivo era aproximarse a un modelo de redacción de crítica de cine en cuatro partes (investigación, apreciación, implementación e interpretación) que pudiera acoplarse a los distintos estilos de escritura que tenían los participantes. Cada quien podría vincularse con la película de su elección de la forma que mejor le pareciera, pero sin perder de vista las fuentes de información a las que recurría, los aspectos formales de la cinta y algunas nociones de sintaxis ensayística de breve extensión. Los textos resultantes de esos dos meses compartidos componen esta edición especial de Correspondencias.

Gracias a la iniciativa de Rodrigo González Bermejo, coordinador de Cine y Letras del centro cultural, no solo pudimos tener este intercambio con el grupo de investigadoras, críticos, editoras y escritores a quienes pueden leer aquí, sino que tuvimos la oportunidad de que Luis E. Parés, Miguel Errazu, Raquel Schefer y Eduardo Guillot compartieran sus experiencias e investigaciones en conversatorios especiales. Estos invitados, además de ser expertos en sus respectivos ámbitos de trabajo, son grandes inspiraciones para el futuro de la revista.

Por ello, expresamos un enorme agradecimiento hacia las personas mencionadas anteriormente y a quienes, de forma directa o indirecta, hicieron posible el desarrollo de este seminario. Si es el primero de varios, entonces los rumbos de ida y vuelta entre cinefilias diversas, paralelas o emergentes apenas empiezan a trazarse para nosotros, y confiamos en que están bien encaminados.