Tres veces abrazo

Introduction (2020) de Hong Sang-soo


Mar 2, 2021

TAMAÑO DE LETRA:

Hace un par de años, Dan Sallitt se dio cuenta de que algo andaba mal. Vaya, no mal, pero detectó una anomalía. «A estas alturas, ya todos hemos notado que Hong Sang-soo se ha estado poniendo serio últimamente. No es que se note menos humor en las películas de momento a momento, ni que todas reflejen esta tendencia, pero definitivamente algo le está pasando»,[1] escribió sobre un tono de pesadumbre que culminaba en El hotel cerca del río (Hotel by the River, 2018) desde Justo ahora, mal entonces (Right Now, Wrong Then, 2015).

Lo primero que se siente en Introduction (2020) es eso, un pesar. No es que falte humor, no es que falte soju, pero algo anda mal.

Vaya, no mal.

1


Un médico agacha la cabeza frente al monitor de su computadora e implora. Dios, ayúdame. Dios, voy a corregir mi camino, te lo prometo. Algo por el estilo. Una blancura insoportable entra por la ventana que tiene enfrente: la imagen en blanco y negro de alto contraste hace que el despacho de este personaje se sienta denso, en un tono más cercano a lo que estrenaba Lav Diaz en 2016 que a la ligereza de Grass (Hong Sang-soo, 2018), por ejemplo. En alto contraste, la nieve no se posa sobre las cosas, las borra.

El médico tiene un hijo: Young-ho. Apenas y le dirige la palabra unos segundos para decirle que aguarde, que pronto lo atiende. El chico se queda solo en la sala de espera del consultorio de su papá; platica con la recepcionista, piensa en alguien. Después nos vamos a enterar de que es actor.

Young-ho va a ser parte de tres abrazos. El primero se ve incómodo, al menos para la persona que lo recibe. Después de mucho esperar a su papá, Young-ho sale a fumar a la entrada del consultorio. Está nevando. Lo alcanza la recepcionista, quien lo conoce desde que era niño. Cariñosamente, como una madre o una tía, le dice: «De pequeño me dijiste que me querías, ¿todavía me quieres?». El muchacho dice que sí con respetuoso desapego, pero de pronto le abalanza un abrazo que la cubre toda en un segundo. Un impulso como de alguien que ya no aguantaba más, que necesitaba que lo cuidaran, pero no quería decirlo. Ella tarda en reaccionar, pero responde.

2


Hay imágenes que se evocan fácilmente, y el cine que puede conjurarlas en la imaginación del espectador por la banda sonora en lugar de la banda imagen (en el sobadísimo fuera de campo) está en muy alta estima entre los espectadores de Hong Sang-soo. Cuando el personaje de Seo Young-hwa le dice a su hija que la va a llevar a conocer a una mujer «muy bonita», el rostro de alguien que no veremos hasta la siguiente escena ya está perfectamente formado en el ojo mental. Kim Min-hee, con cabello corto o lago, con gabardina o suéter, con lentes o sin lentes, pero va a ser Kim Min-hee. A ella hasta Isabelle Huppert le ha dicho que es «muy bonita».[2] En Introduction, interpreta a una diseñadora que acoge a la hija de su amiga en su departamento berlinés para que la niña pueda estudiar moda. Sus escenas son breves y, sobre todo la que tiene con Seo Young-hwa frente a una ventana luminosa, sobrias. Kim Min-hee ya no es el centro de atención como en las películas recientes de Hong; ahora tiene un rol auxiliar, de mentora, de persona mayor.

La hija es novia de Young-ho. Los dos son el núcleo de este pequeño drama juvenil, una en Alemania, el otro en Corea; a veces, los dos juntos en el mismo país. Son como Rosalinda y Orlando, despreocupados por el dinero, hijos del privilegio y el arte, resistiendo su posición en el mundo. ¿De ahí viene el pesar de Introduction? ¿Es que ya pasó la hora de la mujer muy bonita y del artista genial que la corteja? El tiempo ahora le pertenece a los débiles, a una generación que no sabe lidiar con el mundo sin la ayuda y el dinero de sus padres.

Young-ho le dice a su novia que quiere mudarse a Alemania con ella para que puedan seguir juntos. Ella le dice que eso sería maravilloso. Eso dice. Young-ho le da uno de esos abrazos que se dan hasta con la cara, antes de que una cruel elipsis nos haga entender que sus planes no resultaron exactamente así.

3


Por si el peso de la vejez y la separación no fueran suficiente, un par de alusiones a la pandemia de COVID-19 sitúan el desenlace de Introduction en una Corea más real que de costumbre. Los bares y restaurantes de las películas de Hong a veces parecían vacíos, o sonaban vacíos para dejarle espacio a las peleas alcoholizadas de sus protagonistas, pero nunca se habían reconocido como tal. Aquí la gente ya no está.

En el restaurante, solos: Young-ho, un amigo suyo, su madre y un reconocido actor que viene a darle rumbo a la carrera perdida del joven enamorado. La discusión que tienen sobre lo actoral, la falsedad y el amor verdadero (que sube de tono mientras más borrachos están, como de costumbre) revela un secreto de Young-ho que, sin explicitarse aquí por solidaridad con su pudor, demuestra una inocencia imposible para la frialdad bohemia de cualquier artista. Dos visiones sobre el amor se enfrentan, la de los viejos idolatrados (y descubiertos) por estas películas, la de los amantes shakespearianos. El veterano le grita al amateur hasta doblegarlo. Young-ho se va a caminar a la playa, derrotado.

Tampoco quiero revelar lo que pasa entonces, en una escena que hace un cambio de género en el esquema que llevaban las últimas películas tristes de Hong Sang-soo. La chica sola en la playa se ha vuelto un chico solo en la playa, y todos los secretos que alguna vez guardó Kim Min-hee en sus paseos silenciosos encarnan en Young-ho sin encontrar resolución, sin responderle a Dan Sallitt qué está pasando, malditos.

El muchacho tiembla después de bañarse en el mar. Ahora él es el que recibe un abrazo sin previo aviso: su amigo instintivamente lo estrecha para cuidarlo del viento helado. Una última mirada escudriña el rompimiento de las olas como si el mar pudiera devolvernos algo, como si tuviera para nosotros más que sal y espuma: la respuesta a la pregunta que no se hace nunca, o el rostro de esa persona que, fuera del ojo mental, ya no existe.

TAMAÑO DE LETRA:

 

  • Clementina
  • El poder del perro
  • Adios al lenguaje-2
  • Noticias de casa

NOTAS Y REFERENCIAS:

[1] Dan Sallitt, «Toronto: Hong Sang-soo Gets More Serious with ‘Hotel by the River’» en MUBI, Estados Unidos, 2018, (T. de A.). {Revisado en línea por última vez el 1 de marzo de 2021}.

[2] Claire’s Camera (Hong Sang-soo, 2017).