Dossier: Políticas del Cine


No. 00 // Invierno 2017

 

Cuando se habla de cine político, hay una fuerte tendencia a vincularlo al cine militante; un canal para multiplicar la transmisión de un mensaje. Sin embargo, existen otros modos de concebir lo político en el cine, reducido ya no a un contenido, sino contemplado a partir de sus formas. En ese sentido, Jean Luc Godard alguna vez dijo que no se trata de hacer cine político, más bien cine políticamente. Reorganizando, mediante las dimensiones visuales y sonoras, una mirada del mundo que piense el estado mismo del mundo, y que ponga en contienda la construcción de un sentido no sólo por el presente, también por el pasado y el futuro.

Ya no basta preguntar como lo hiciera André Bazin sobre la ontología del cine, ahora –con una frontera cada vez más difusa entre vida y cine– hay que preguntar por sus potencias, por aquello que puede y aquello que produce; por las formas políticas específicas del cine.

En el no. 00 // Invierno 2017 de la revista digital Correspondencias. Cine y pensamiento, se plantea por un lado, discutir la profundidad y responsabilidad de las formas del cine, así como los regímenes de representación y el orden sensible de la experiencia, y por el otro, sentar las bases para articular los distintos elementos de la crítica cinematográfica, entendida como una vía fundamental de pensamiento del mundo a partir del cine.