Habitar un cuerpo

Primas (2017) de Laura Bari


Feb 19, 2020

TAMAÑO DE LETRA:

Elevar el propio pensamiento hasta el enojo.
Elevar el propio enojo hasta el punto de quemarse a uno mismo.
Para mejorar, para denunciar […] la violencia del mundo.

Desconfiar de las imágenes, Georges Didi-Huberman

1.- La mano y la acción


En el texto «Cómo abrir los ojos» —prólogo del libro Desconfiar de las imágenes, sobre el cine de Harun Farocki—, Georges Didi-Huberman declara que todas las imágenes del mundo son el resultado de una manipulación, «de un esfuerzo voluntario en el que interviene la mano del humano»[1] y que, en este sentido, cabría preguntarnos el propósito del efecto de la mano sobre las imágenes, es decir, el efecto de su manipulación.

Para Didi-Huberman, el cine de Farocki se enfrenta a una cuestión fundamental: ante la manipulación de las imágenes y esa suerte de «política de avestruz» que generan en los noticieros (no querer enterarse de lo que comunican), ¿cómo podemos tomar partido en su representación de la realidad?, ¿cómo «abrir los ojos»? Farocki exploró una posible respuesta en la no-ficción. En el documental Fuego inextinguible (Nicht löschbares Feuer, 1969) se quemó la mano con un cigarro para demostrar los efectos del napalm. Poner el cuerpo en la representación e intentar acortar esa distancia entre la imagen y la realidad.

El documental Primas (2017) de la argentina Laura Bari parte de varias premisas similares a las reflexiones de Farocki. Bari también se pregunta por la manera en la que crean sentido las imágenes y, al igual que el cineasta alemán, apuesta por el uso del cuerpo como motivo para la denuncia política. Primas no es un documental clásico, en su forma sigue una temporalidad similar a la del cine de ficción: al comienzo nos presenta la vida cotidiana de Rocío Álvarez echando mano de material de archivo (videos de fiestas de cumpleaños) para después introducirnos en sus relaciones familiares y presentarnos a su prima Aldana Bari González (sobrina, a su vez, de la directora). El interés principal es la historia de violencia y abuso que han sufrido las dos mujeres y la vía que tienen para tratarla.

2.- Buscarse en internet para descubrir quién se es


En algún momento Farocki denunció que las imágenes de la guerra en Irak en los noticieros eran mostradas como si no hubiera una mano detrás de ellas, sin ninguna responsabilidad moral. Este tema me interesa especialmente porque hoy en día acontece un manejo similar de las imágenes de las mujeres. Las imágenes de nuestros cuerpos se espectaculariza, somos objeto de uso que funciona tanto a la publicidad como a la nota roja y este anula la autonomía sobre nuestra persona, hace de nuestro cuerpo un producto, un no-lugar desde el que no se puede reclamar o accionar.

La violencia hacia las mujeres en Primas se nos devela en un diálogo entre las protagonistas, a partir de sus testimonios nos enteramos que Rocío apareció en los noticieros cuando era niña. En 2008 en la provincia argentina de Coronel Dorrego, un hombre la chocó con su auto cuando volvía de la escuela en bicicleta a su casa, la golpeó, abusó de ella, arrojó su cuerpo fuera de la ruta y le prendió fuego. Aldana, por otro lado, sufrió durante toda su infancia abuso sexual de parte de su padre; las palabras evocan los horrores de ambas para reconocerse la una a la otra en un abrazo, bastan las palabras y sus rostros para comunicarlo: la acción del cuerpo ante la imagen.

Después del testimonio, imágenes de archivo de los noticieros de hace una década ilustran la historia que ya conocemos. En algún momento la voz en off de Rocío dice que, contraria a la recomendación de sus padres, se buscó en internet y le sorprendió la cantidad de noticias que encontró sobre ella. La prensa le había construido una identidad paralela a partir de su revictimización y la espectacularidad de su caso, en el noticiero importaba más la hazaña de cómo había sobrevivido que poner el foco en la violencia. En los noticieros de nuestro país, por ejemplo, importa más el hecho «noticioso» que nuestra integridad.

3.- Un corazón sobre el lugar del pezón ausente


Hacia la segunda parte del documental las dos primas viajan a Canadá, lugar de residencia de la directora que llevaba ya un tiempo filmándolas. Así, en el presente del relato, Aldana y Rocío asisten a un taller de expresión corporal en el que practican danza y teatro; a través de sus cuerpos se explora la capacidad de sanación y rehabilitación de la memoria. Los primeros planos de la piel cicatrizada de Rocío y el grito catártico de Aldana en un ejercicio de actuación son también testimonio.

A propósito de su cuerpo Rocío menciona que ahora tiene una cicatriz en forma de un corazón en donde antes estaba su pezón y en la manera en la que nos presenta y recorre su cuerpo hay cierto erotismo emancipatorio, porque si el cuerpo femenino está a disposición del consumo masculino, nuestro placer es inadmisible. Una transgresión más: mostrar el cuerpo como testigo de la violencia, pero también hacerlo un territorio de exploración y resistencia.

En el texto citado, Didi-Huberman escribe que para criticar la violencia es necesario describirla «lo que implica que uno tiene que ser capaz de mirar y por tanto, desmantelar [y volver a montar] sus artefactos».[2] En su denuncia y testimonio, las dos primas reclaman para sí su cuerpo, ya no se trata de una imagen más en las noticias, es su medio de sanación y denuncia. Como documental, Primas también desmantela la representación convencional de los testimonios de las mujeres porque no hace énfasis en el trauma de manera alarmista; está filmado desde la comprensión y el apoyo sororo. En una industria que aún adolece de miradas femeninas, Bari ofrece una muy necesaria a propósito de los diferentes tipos de violencia a los que se enfrentan las mujeres.

TAMAÑO DE LETRA:

 

  • Clementina
  • El poder del perro
  • Adios al lenguaje-2

FUENTES:
[1] Georges Didi-Huberman, «Cómo abrir los ojos» en Desconfiar de las imágenes, Buenos Aires, Caja Negra, 2013, p.15.
[2] Íbid, p.17