Diversidad sanguínea

Dracula Sex Tape (2021) de Olivier Godin


Mar 9, 2021

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Siempre cabe preguntarse si la industria cinematográfica se ha vuelto más consciente o simplemente más hipócrita. Las rutas para filmar se facilitan cuando se cubren los requisitos dictados por agendas que carecen de convicción genuina en las causas que las condicionan. Así se hace fecundo el surgimiento de tanto arribismo como cinismo de quienes dicen que «quieren hacer cine». Esta es una de las líneas que se desprenden del cortometraje Dracula Sex Tape (2021), del cineasta canadiense Olivier Godin.

En apenas cinco minutos y un par de conversaciones, Godin promete una película terrible que apunta a ser un éxito por accidente o un rotundo fracaso por lógica. Cassius es un joven de ascendencia asiática que «hace películas» y que busca hacer una de vampiros, específicamente una nueva versión de Drácula.

Mélusine, una mujer afrodescendiente, fuma con su amiga, quien le habla del trabajo de Cassius y le propone un papel en su producción. En la siguiente secuencia, el cineasta y Mélusine discuten el proyecto con cierto detalle. Su Drácula es un «pervertido inmortal», además de seductor, y «no un stalker». Incluso se llega a decir que los combates en el filme, que tendrá bastante acción, prescindirán de espadas por que estas generan «errores de continuidad», una idea que el cine de Riccardo Freda o Henry King deshace, literalmente, de un sablazo. Esta breve digresión hacia el cine de aventuras es pertinente dado que Godin, que además de cineasta es editor del portal canadiense Zoom Out, especializado en videoensayos, es un gran admirador del género. Desconocemos si la cinta que Cassius hará será buena o no, pero sabemos que sus víctimas «representarán diversidad», como le deja claro a Mélusine.

Todo el erotismo de Dracula Sex Tape está colocado en la vanidad del proyecto mismo y en el relato orgásmico (muy probablemente resultado de intensas sesiones de pitching) de una película que, en principio, resulta profundamente problemática en el panorama actual. Godin señala, de forma más oblicua que explícita, las concesiones de quienes quieren conseguir dinero para filmar, mas no con pesar, sino ensalzando la paradoja de que un acosador legendario como Drácula pueda tener «preocupaciones contemporáneas». El mítico monstruo cinematográfico sigue saciando su sed de sangre con la misma brutalidad, solo que ahora bebe de todas las razas.

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  • Clementina
  • El poder del perro
  • Adios al lenguaje-2