Las raíces de nuestras conexiones

Labor of Love (2020) de Sylvia Schedelbauer

TAMAÑO DE LETRA:

En la esquina superior de un cuadro negro hay una mancha color café amarillento. Con una vibración, esta mácula se expande mientras el negro se contrae para transformarse en un círculo: una pupila circundada por un iris ámbar. ¿Es un ojo o es un túnel oscuro y sin fondo iluminado por unas barras de luces LED? Estos destellos de las imágenes que inauguran Labor of Love (2020) establecen el principio de indeterminación o, mejor dicho, de múltiples asociaciones figurativas que rigen los poco más de diez minutos que dura la más reciente película de Sylvia Schedelbauer. El cortometraje es un flujo de mutaciones permanentes compuesto por seres animados, colores, vibraciones y luces estroboscópicas, acompañado por una voz que pronuncia un texto no del todo comprensible en un primer visionado. Tal vez el negro y el ámbar eran, en realidad, un conjunto de cuerpos celestes vistos desde lejos o un diente de león en detalle. O tal vez son las cuatro posibilidades que esbocé contenidas todas a un tiempo.

Labor


En Labor of Love hay un plano de una mariposa multicolor sobrepuesta a un cerebro humano. (Escribí «plano» por inercia, pero la película pone en duda este término. ¿Podemos hablar de planos cuando en cada microsegundo hay una imagen diferente, lo que suscita una inmersión infinita, y cuando es imposible percibir corte alguno?). La textura del cerebro se confunde con las alas produciendo un movimiento semejante a un aleteo. En su vuelo, el lepidóptero se transporta a un bosque en donde el viento mece los árboles (¿o son folículos pilosos vistos con una lupa?). Luego, hay un instante en el que una abeja poliniza a una flor. El zumbido se mezcla con la respiración de una mujer cuyo rostro denota un sueño profundo. Todos estos entes están laborando. Incluso las olas del mar de tonalidades lila que se rompen en la costa y la asombrosa puesta de sol en amarillo, rojo y negro —aunque propiamente no sean seres vivos— laboran. Las películas nunca han hecho otra cosa que no sea animar toda materia.

Hannah Arendt diferencia entre labor y trabajo, palabras que solemos usar de forma indistinta. Al primer término lo define como «la actividad correspondiente al proceso biológico del cuerpo humano, cuyo espontáneo crecimiento, metabolismo y decadencia (…) están ligadas a las necesidades vitales producidas y alimentadas por la labor en el proceso de la vida».[1] En otras palabras, la labor es aquello sin lo cual la vida misma no es posible y que, por tanto, compartimos con todos los seres vivos. La película de Schedelbauer da cuenta de ello en dos sentidos. El primero se da a partir de las labores discernibles en el flujo de instantes del metraje que crean una sensación de unidad vital compartida. El segundo es que, si bien realizar una película entra más en el terreno del trabajo, pues no es indispensable para la vida, Labor of Love apunta a lo contrario: hacer una película —y verla— como acto de preservación, como respirar o dormir.

of


La palabra «of» al interior del título encabeza una frase preposicional que califica a la labor; como unidad semántica, apunta hacia un lugar de procedencia. Y es que Labor of Love se constituye o por lo menos remite a otras fuentes, a otras obras. En su sitio web, Sylvia Schedelbauer menciona que el proceso de esta película surgió de la lectura de All About Love, de bell hooks, y The Argonauts, de la poeta Maggie Nelson.[2] Asimismo, el texto que se escucha en la película toma prestadas palabras del guardabosques Peter Wohlleben en un diálogo que sostuvo con el filósofo Emanuele Coccia y la fotógrafa Marion Sidebottom para la BBC. Este se complementa con ideas de la ecóloga Suzanne Simard en su charla How Trees Talk to Each Other. Dos ensayos, un podcast y una conferencia: diversas creaciones que ya existen operan como raíces para cimentar una película. Estas referencias, sin ser explicitas en el cortometraje, abren «umbrales, umbrales dentro de umbrales, cada uno abriendo nuevos espacios, nuevos caminos, nuevas perspectivas»,[3] como dice la voz que se escucha en off.

Dentro de todas estas conexiones, entre artefactos diversos, la más notoria y sentida es aquella a Love’s Refrain, de Paul Clipson, una película que Schedelbauer reconoce en los créditos como inspiración. En los ocho minutos que dura el filme, Clipson funde las gotas cristalinas sobre la arquitectura foliar en primer plano con planos generales de un bosque, siempre con los destellos del sol en el fondo. Su oración amorosa deriva en una alternancia entre luces acuáticas y árboles oceánicos. Clipson murió en 2018 y Sylvia Schedelbauer no pudo asistir a su funeral. Su rito fúnebre fue revisar la filmografía de su amigo. Entonces, este cortometraje de la realizadora alemana nacida en Japón es una elegía de luces y colores: una labor de amor.

Love


¿No es este pequeño y bello altar suficiente para dar cuenta de la experiencia plena del amor? ¿No basta la devoción con la que se salda una suerte de deuda con la materia del mundo, agrupándola de determinada forma para crear imágenes nuevas, imágenes infinitas, que inducen a este estado sentimental? Por supuesto que sí, pero estas asociaciones, aunque se intuyen, no están dadas en la película misma. El amor en el cortometraje se experimenta de forma física, como un estremecimiento misterioso. Al ver esta película, resulta posible sentir el sistema circulatorio y el nervioso. ¿Será porque el relato dice que hay ciertas señalas viajando por el cuerpo incorporándose a estos sistemas? ¿Acaso la mera sonoridad de las palabras, desprovistas de su significado, invoca al conjunto de órganos en cuestión? Para esto, el uso de luces estroboscópicas solo es complementario y no causal (el principal y quizás el único defecto de la película es no advertir del uso de este recurso que, si bien para algunas personas conduce a cierta iluminación, para otras puede ser un tormento). El amor, de igual forma, es como una meditación que te da la sensación de poseer un universo al interior tuyo y de estar integrado a un afuera inmenso. Labor of Love enraíza a una diversidad de formas de vida, de formas milenarias, a partir de imágenes y sonidos en unidad armónica y vital. El cine no es más que esta organicidad.

TAMAÑO DE LETRA:

 

  • Clementina
  • El poder del perro
  • Adios al lenguaje-2

NOTAS Y REFERENCIAS:

[1] Hannah Arendt, La condición humana, Ramón Gil Novales (trad.), Barcelona, Paidós, 1998, p. 21.

[2] Sylvia Schedelbauer, Labor of Love, 2020, (T. de A.). {Revisado en línea por última vez el 9 de mayo de 2021}.

[3] Ídem.